En los zapatos de la sociedad

¡ Bienvenido/as de nuevo! En esta semana os vengo a hablar sobre las minorías. Es obvio que en todos los países del mundo se convive con personas que tienen diferente lengua, religión o etnia a la nuestra y dicho así, no pasa nada ni tampoco nos crea ningún tipo de conflicto, el problema aparece cuando esto no se respeta y se adopta un comportamiento basado en la intolerancia y el odio. Pues bien, según la Declaración de Naciones Unidas , esta cuestión conlleva factores objetivos, como la existencia de una etnia, idioma o religión compartidos, y otros subjetivos, en los que se incluyen que los individuos deben identificarse como miembros de una minoría pertenecientes a la misma. Fuente: PIXABAY Esta declaración también comprende una lista de derechos a los que estas personas tienen acceso, como por ejemplo disfrutar de su propia cultura, profesar y practicar su religión o utilizar su propio idioma. Tampoco debemos olvidar que también tienen derecho a fomentar conocimiento público de la

 Hola una semana más. Siguiendo con los roles, vuelvo a desempeñar el de crítica. Por tanto, en esta entrada hablaremos acerca de una de las muchas injusticias sociales que podemos encontrarnos actualmente en el mundo. He decidido hablar sobre la violencia de género, es algo de lo que prácticamente todo el mundo está concienciado, ya que vemos noticias constantemente, y precisamente por eso, porque a pesar de ello sigue ocurriendo, es por lo que creo que debe tener un espacio en este blog. Si hablamos de violencia de género, todos sabemos a lo que me refiero, la definición que da el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad viene a decir que es aquella violencia que se ejerce sobre las mujeres y que es propiciada por parte de quienes tienen o han tenido una relación de afectividad con ellas. La intención de quien la ejerce es hacer daño a la víctima y conseguir su control, es por eso que se efectúa de manera continuada y sistemática como parte de dicha estrategia. Por tanto